En la zona de Gowland/Agote el suministro de energía eléctrica sigue siendo un grave problema para los que allí viven.
En esta nota, generada por Omar Rios, la integrante de la Sociedad de Fomento Claudia Ibaldi enumeró las diferentes situaciones por los que atraviesan en el sector este de la ciudad de Mercedes, entre los que se encuentran las quejas, enojos, convenios, avivadas y hasta desconfianza entre vecinos.
El aumento en la tarifa de la luz aumentó en todo el país. Aunque en Gowland hay familias que hablan de tener que afrontar pagos por encima de los cien mil pesos. Ibaldi además, contó que hubo mucha gente que no se inscribió en la tarifa social a pesar de poner diferentes métodos a disposición para poder realizarlo.
El tema vecinal se profundizó y se contó sobre la caída de un convenio existente en el barrio de la ex IES, familias que no pagaban la luz -la pagaba el municipio- y esas misma familias colocaban aires acondicionados o soldadoras, entre otros artefactos entonces, los cortes de luz eran permanentes. Ese convenio cayó -muchos vecinos lo pedían que así fuera- pero hubo quienes no estaban de acuerdo y el nerviosismo creció. Quienes viven en ese barrio, son, en su mayoría, hijos de vecinos del pueblo.
Ibaldi contó que en un comienzo, ese barrio era muy precario y era una constante el incendio de viviendas intentando calefaccionarse. Todo el pueblo sufría cortes de luz, porque no llegaba la energía hasta ahí, y la mayoría «se colgaba».
A pedido de los propios vecinos que pedían mayor seguridad, se firmó un convenio entre la Cooperativa Levin quien brinda la luz- y el municipio. «Se hizo la obra, se les dio la luz, con dos medidores y la Municipalidad hacía frente al pago de esas facturas. Al principio todo estuvo lindo, no hubo más cortes y se terminaron los problemas. Después vino la avivada. Se pedía que las familias usen un caloventor y no hacían caso. Empezaron a saltar las térmicas. El pueblo creció, se generaron comercios con heladeras y freezer. Sin pagar la luz. Entonces, los propios vecinos pidieron medidores particulares y pagarse cada uno su luz. Se comunica que se hará la obra y se les dará la posibilidad, a través del municipio, de pagarla en 24 cuotas. Muchos aceptaron, pero no todos. La Municipalidad dejará de pagar y es justo o no, según quién cuente la historia. Hay 10 o 15 familias que no aceptaron».
Como se recordará, días atrás, otro vecino de la zona, Pablo Morello, contó que en su mano de cuadra no tiene -ni pasa- la luz, pero frente a su mano si tienen. Y él no puede acceder a la misma.
Escuchá el micro de Omar Rios junto a Claudia Ibaldi: