Quiénes lo hayan visto defender el arco en la Liga Mercedina de Fútbol, aseguran que ha sido uno de los mejores arqueros que se hayan visto en Mercedes.
Quique Rivero no ha pasado desapercibido en el mundo del fútbol, ni tampoco socialmente.
Como se recordará, Rivero también fue funcionario municipal durante la intendencia de Julio Gioscio. Hoy se encuentra alejado de lo político, y se ha aferrado a reconstruir la historia de la ciudad y a armarse de recortes de diarios, de curiosidades y de las efemérides locales.
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Tiene una memoria increíble, asegura que Mercedes ya tenía fútbol de primera División allá por el año 1901, varios años antes de la aparición del fútbol profesional en la Argentina. «Mercedes incluso tuvo a un club que competía con Boca, River y Alumni,» aseguró, entre otras tantas cosas.
Recordó su idolatría por Amadeo Carrizo, a quién iba a ver a la cancha de River, a pesar de ser hincha de San Lorenzo. «Fue el arquero que cambió la forma de atajar,» aseveró.
Quique Rivero, también echó por tierra aquella vieja historia en la que se lo relaciona con un gol que se hizo en contra, porque se le había volado la gorra, y pelota entre manos, había ingresado a su valla a buscar la gorra que se le había volado. «Ja, me río porque me han relacionado con esa historia siempre. Y no he sido yo. Incluso, jamás usé gorra. Fue otro arquero, amigo mío, pero tampoco fue gol, sus compañeros llegaron a avisarle y lo pararon antes que suceda. El arquero al que le sucedió, fue «Buby» Torres.»
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