El día 14 de enero de cada año se celebra el Día Internacional de la Cometa (o barrilete), que nos llega desde la India.
El Día Internacional de la Cometa tiene su origen en el estado de Gujarat (India), que es famoso por la cantidad de festivales que se celebran allí cada año. Los habitantes de esta ciudad comienzan a fabricar las cometas con meses de anticipación para estar seguros de tener suficientes, ya que millones de personas visitan el lugar durante el evento.
El festival de cometas, llamado Uttarayan en hindi, celebra el día en que termina el invierno y comienza el verano, así como la próxima temporada de cosecha, y las cometas simbolizan los espíritus de los dioses que están despertando de su profundo sueño invernal.
Originalmente, el vuelo de cometas era un deporte practicado por la realeza y los ricos, pero en los últimos años se ha convertido en un festival para personas que llegan de todas partes del país e incluso del mundo para participar, especialmente gente de Japón, Italia, Reino Unido, Canadá, Brasil, Indonesia, Australia, Estados Unidos, Malasia, Singapur, Francia y China.
Un poco de historia
A la milenaria China se le atribuyen varios inventos como la pólvora, el papel, el compás y hasta las pastas según se dice, pero hoy vamos a hablar de otro invento de los chinos: la cometa.
La cometa en el idioma chino tiene una connotación musical: se le llama “fengzheng” palabra integrada por dos caracteres 风筝 que significan «viento» y «arpa». Este invento se remonta al período 770 – 221 a.C., en el tiempo de la dinastía Zhou del Este de la antigua China. Se dice que la primera de estas cometas fue de madera y recibió el nombre de Mu Yuan y se adjudica al filósofo Mozi (470-391 A.C.) Se dice que Mozi tardó tres años de intenso estudio e investigación para confeccionar lo que sería la primera cometa de madera con forma de pájaro.
En el Han Fei Zi, una recopilación de documentos completada en el siglo III, se menciona que ‘el Maestro Mo (Mozi) pasó tres años construyendo un águila de madera que hizo volar satisfactoriamente por un día antes que fuera destruida’, pero el propio Mozi dijo que el verdadero inventor fue Gongshu Ban, contemporáneo suyo, quien fuera también arquitecto, estratega, carpintero e ingeniero. Mo explicó: «El maestro Gongshu usando madera y bambú fabricó una urraca. Cuando estuvo terminada la elevó del suelo y la hizo permanecer en el cielo durante tres días sin que cayera».
La invención de las cometas originalmente fue para uso utilitario, de ahí que las primeras sirvieran para funciones militares. Los antiguos chinos lograron crear cometas para levantar a un hombre por el aire, lo hicieron volar por encima de un ejército enemigo para lanzar flechas de fuego sobre ellos o llevar pólvora al campo de batalla.
Se ha escrito también que se utilizaron para enviar mensajes entre las divisiones de un ejército. Un general de la dinastía Han voló una cometa por encima de los muros de una ciudad sitiada para determinar hasta qué punto su ejército tendría que hacer un túnel más allá de sus defensas y se dice que se usó incluso para anunciar propaganda pro-china en campos de prisioneros. Según datos, en el 559 el emperador Gao Yang experimentó con prisioneros entre los que se encontraba Yuan Huangtou, hijo del anterior emperador, Yuan Lang. Les ordenó lanzarse desde lo alto de una torre atados a una cometa y Yuan Huangtou planeó hasta sobrepasar las barreras de la ciudad. Pocos de estos conejillos de indias sobrevivieron a la aventura.
En la dinastía Tang (618-907 d.C.) las cometas de seda primero y luego las de papel hicieron su aparición, pero el bambú seguía siendo un material común usado para el esqueleto. Fue entonces que la cometa llegó a trascender sus humildes orígenes militares y funcionales para convertirse en un juguete o un instrumento de placer, así que no pasó mucho tiempo antes de que los artesanos empezaran a competir en la creación de las cometas más artísticas y las más acrobáticas. El papel fue utilizado por aquellos que no podían permitirse el lujo de la seda y esto hizo que su uso fuera más universal.
Hacer y volar las cometas se había convertido en una forma de arte, un vehículo de expresión artística a menudo con connotaciones literarias. Eran muy elaboradas y coloridas con decoraciones en forma de pájaros, flores y caracteres caligráficos, mejorando a través de los siglos.
Pero las cometas también tuvieron aplicaciones fuera de lo lúdico, pues estas fueron usadas incluso para pescar.
Al cambiar su función, los artesanos añadieron a las creaciones flautas de madera para crear música cuando el viento soplara a través de ellas.
También fueron utilizadas en ceremonias religiosas y para aliviar la enfermedad y la mala suerte. Las personas creían que volar una cometa que representaba una desgracia y luego dejarla ir significaba liberar la desgracia de su vida. Al escribir sobre sus viajes por China, Marco Polo se refirió al uso de cometas como instrumentos de adivinación para pronosticar el éxito o fracaso de viajes por mar.
Se dice que mercaderes holandeses o ingleses la llevaron a Europa. Sin embargo, no fue sino hasta el año 1804 que un inglés, Lord Cayley, hizo uso de una cometa de papel para hacer pruebas de vuelo. Con justa razón pues, en la historia del pabellón de Vuelo en el Museo Nacional de Aeronáutica y del Espacio en Washington DC cuelga una placa en la que se inscribe el siguiente homenaje a la humilde cometa china: «Los primeros aviones fabricados por el hombre fueron las cometas y los cohetes de la antigua China».
Fuentes: Diainternacional.org / Imperio Nippon