En una tarde en la que los merecimientos no se tradujeron en puntos, Flandria empató 0-0 con Argentino de Quilmes en el Carlos V.
El equipo local exhibió momentos de gran fútbol y generó las ocasiones más claras, pero la falta de contundencia en los últimos metros y una actuación descollante del arquero visitante, Tello, impidieron que el Canario se llevara una victoria largamente merecida.
Desde el inicio, Flandria se adueñó del mediocampo, orquestado por un inspirado Gonzalo Salega. El «10» fue el eje de cada ataque, desequilibrando con su movilidad y visión de juego.
Ya a los tres minutos, Flandria avisó con un cabezazo de Jonathan Palacio que, tras un manotazo milagroso de Tello, se estrelló en el palo. Las oportunidades se sucedieron: disparos de González y Ludueña, y varias llegadas de Salega que, pese a su lucidez en la creación, no encontraron la red. El primer tiempo concluyó con la sensación de que Flandria merecía irse en ventaja.
El complemento mantuvo la misma tónica, con Flandria buscando incansablemente el gol. Salega, una vez más, fue protagonista al desbordar por izquierda y ejecutar un disparo violento que Tello, en una intervención espectacular, logró desviar.
La salida de Salega, figura indiscutida de la tarde y preservado por el cuerpo técnico tras una lesión, pareció mermar levemente el ímpetu local. Sin embargo, Flandria casi se lleva la victoria en el epílogo, pero ni Ascasibar ni González pudieron doblegar a un Tello que se convirtió en la figura excluyente del partido.
El análisis es simple: cuando el arquero rival es la estrella, la justicia en el resultado puede ser cuestionada.
