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martes, abril 22, 2025
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ESCANDALO: INVESTIGAN A POLICIAS DE LA ZONA POR LA FALTA DE DINERO SECUESTRADO

Una persona denunció en Fiscalía que una mujer policía se llevó una mochila con el dinero que habían robado tres asaltantes durante un raid delictivo. Los autores de los hechos, las armas que utilizaron y objetos recuperados fueron exhibidos por la Policía. Pero los billetes siguen sin aparecer. Se investiga a efectivos policiales del Grupo de Tareas Operativas (GTO) de Luján Segunda con apoyo de personal de los Destacamentos Olivera, Carlos Keen, Gowland, Comisaría Mercedes Primera y Comando de Patrullas Luján.

La Justicia abrió una investigación contra el personal policial que participó de la detención de una banda que a principio del mes de abril cometió tres asaltos en una noche.

Lo hace a instancia de una denuncia por el faltante, desaparición, extravío o, tal vez, presunto robo de 1.200.000 pesos, que era la parte más suculenta de un botín estimado en más de 2 millones de pesos que habían conseguido alzarse los asaltantes durante un raid delictivo.

La plata estaba en una bolsa de nylon dentro de una mochila con determinadas características y fue incautada por una oficial cuando se produjeron los arrestos. Había muchos billetes en pesos y también dólares, informó el portal El Civismo de Luján.

El dinero fue visto por varias personas, pero nada más se supo desde que la mochila fue llevada a uno de los móviles policiales que acudieron hasta Olivera donde finalizó la persecución y se efectuaron las aprehensiones.

La denuncia es una mancha más a una secuencia que comenzó mal cuando la Dirección de Prensa de la Municipalidad de Luján-ante el silencio de la Policía- informó que los delincuentes habían intentado cometer primero un asalto en barrio Luna y se movilizaban en una Chevrolet modelo Trucker. Nada de eso se pudo comprobar ni relacionar a los asaltantes. Incluso, una fuente policial llegó a hablar de una persecución a este vehículo, aunque no habían logrado darle alcance.

Continuó con la versión policial referida a los detenidos como los autores de varios hechos perpetrados en Pueblo Nuevo, barrio Loreto, Villa Odilia y zona aledaña por esos días. Y aunque esa presunción se sustente en algunos indicios que avalaría la hipótesis policial, la Fiscalía sólo tiene acreditado tres atracos: uno en barrio Zapiola, el segundo en barrio San Juan de Dios y el tercero en un poli rubro de Olivera.

Tampoco está probado que los delincuentes Jonathan Argolo, Ignacio Javier Rodríguez y Nahuel Fredes son “socios vitalicios del delito”, como deslizó una alta autoridad policial. Por el contrario, hasta ese entonces no tenían antecedentes, según el Registro Nacional de Reincidencia.

Pero lo más inquietantes es el destino incierto de esa fuerte suma dinero desde que llegó a manos de efectivos policiales. Descubrir qué fue lo que pasó y esclarecer este episodio es ahora motivo de investigación desde el 13 de abril cuando se presentó una persona en la UFI N° 9 y contó lo que vio la noche del martes 5 y aportó filmaciones de la cámara de seguridad de su domicilio.

En la filmación se vería a una mujer policía llevándose la mochila que habían utilizado los malvivientes para guardar el dinero robado a lo largo de esa trepidante noche.

La denunciante describe el breve recorrido que hizo el personal femenino desde que tomó la mochila y la llevó a una de las patrullas. Y exigió a la Fiscalía que aparezca todo el dinero, porque había plata de otras víctimas.

Las sospechas, en principio, se acotarían a uniformados que no prestan servicio en el distrito de Luján. Esa noche, según lo informado, participaron efectivos del Grupo de Tareas Operativas (GTO) de Luján Segunda con apoyo de personal de los Destacamentos Olivera, Carlos Keen, Gowland, Comisaría Mercedes Primera y Comando de Patrullas Luján.

Vale recordar que cuando la Policía brindó algunos detalles de la persecución y las detenciones habían secuestrado “un arma de fuego marca Bersa modelo Thunder ultra compact pro calibre 9 mm., de color gris y negra, con dos cargadores y la cantidad de 22 municiones del mismo calibre intactas, una réplica de arma de fuego de color negra con la marca inscripta Thunder 9 pro, 31 atados de cigarrillos, paquete de encendedores, tres pasamontañas, cinco teléfonos celulares, cinco anillos, dos mochilas y la suma de 1.500 pesos en efectivo”.

También, adjuntó junto al informe para la prensa, fotos de los tres sujetos apresados, las armas y municiones que portaban y objetos secuestrados en los que se podían ver cinco teléfonos celulares, cuatro anillos, 16 atados de cigarrillos de las marcas Red Point y Master más el Ford modelo Focus de color blanco que habían sido robado en el asalto de calle La Plata al 2000.

En cambio, nada se sabe de una mochila de color gris y franja naranja que contendría casi dos millones de pesos y unos 1.720 dólares más un electrodoméstico que la banda se llevó de la vivienda de barrio San Juan de Dios, aunque su dueño ya lo dio por perdido.

A favor de la Policía, resultaron varios testimonios que reconocieron las armas secuestradas como las que blandieron los delincuentes en los robos, dejando así sin efecto la denuncia de que habían sido “plantadas” por efectivos de la fuerza de seguridad.

A todo esto, la denuncia por apremios ilegales que hizo un de los abogados que defiende a uno de los delincuentes, fue elevada a la Fiscalía General por la Dra. Suárez y los tres detenidos continúan privados de la libertad acusados por “robo agravado por uso de arma de fuego (tres hechos), por haber sido cometido en poblado y en banda, portación ilegal de arma de guerra y arma de uso civil”.

Fuente: El Civismo

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