El Tomato brown rugose fruit virus, To BRFV conocido como “virus rugoso del tomate” es una enfermedad originada por un nuevo virus – identificada por primera vez en el mundo en el año 2014 – y que, en nuestro país, se ha incorporado en el listado de plagas reglamentadas (Res. SENASA 569/2023) al importar semillas de tomate y pimiento, en 2019.
El virus rugoso del tomate se detectó en Argentina en el año 2023 en la provincia de Corrientes, luego en el cinturón hortícola de la ciudad de La Plata y Mar del Plata y en la provincia de Salta en cultivos de tomate. Si bien no afecta a humanos ni animales, puede causar severos daños en cultivos, provocando graves y significativas pérdidas que pueden alcanzar un 70%. Por tal motivo, el SENASA ha alertado y declarado a nivel nacional el “alerta fitosanitaria hasta el 31 de diciembre del 2024”.
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El virus se ha identificado principalmente en cultivos de tomate y pimiento producidos bajo cubierta, manifestando sus síntomas en hojas mediante un aspecto arrugado con moteados oscuros o claros y en frutos, como manchas marrones o amarillas con rugosidad. Además, se pueden encontrar otros tipos de deformaciones y generar maduración irregular.
La característica de este virus es que sus partículas son muy estables y por eso, su transmisión es principalmente mecánica a través de equipos, herramientas, calzado u otros. Además, en las semillas puede permanecer mucho tiempo y en restos vegetales que luego se incorporan al suelo.
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La principal estrategia fitosanitaria para combatir el virus es la prevención y por ello, se deben implementar estrategias contempladas dentro de un Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades de los establecimientos hortícolas. Además, es muy importante el trabajo conjunto de semilleros, plantineras, productores y técnicos.
A continuación, se enumeran algunos aspectos para tener en cuenta:
- utilizar semillas con registro de INASE
- productores familiares o huerteros evitar usar semillas provenientes de regiones en donde el virus se encuentra presente
- asegurarse que los plantines sean producidos en condiciones seguras
- evitar el ingreso de personas ajenas a la plantación
- evitar tocar las plantas entre filas al realizar monitoreo
- utilizar ropa de trabajo que pueda ser desinfectada después de cada jornada
- desinfectar con lavandina al 10% herramientas, equipos o botas, en un lugar designado para tal fin
- desinfectar el invernadero al finalizar la temporada
- desinfectar los vehículos al entrar al predio
Desde el año pasado, la Agencia de INTA local realiza actividades de prevención de la enfermedad junto a productores y técnicos del sector. Las mismas consisten en visitas a establecimientos hortícolas para monitorear plantas de tomate y pimiento, y comunicar a los horticultores la importancia de la ocurrencia de la enfermedad. En este sentido, la Agencia Local de INTA brindará, junto a técnicos de SENASA e INASE, una charla informativa sobre el desarrollo de la enfermedad
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Ante la duda de la presencia de la enfermedad en el cultivo, se recomienda no tocar las plantas, aislar el lugar para disminuir la propagación, y dar aviso de inmediato a la oficina de SENASA, INTA o INASE más cercana.