Durante la jornada del domingo, la Comisión por los 40° años del regreso ininterrumpido de la Democracia de Mercedes, en la voz de la docente Marisa Ivaldi, dio lectura del documento elaborado para la ocasión.
La comisión, conformada por el intendente Juan Ignacio Ustarroz, Juan Carlos Benítez, David Valerga, Carlos «Bocha» Calloni, Evangelina Cabral, Carlos «Cacho» Garro, Débora Lacasa, Fabián Morales, Javier Casaretto, José Luis Pisano, Juan Pablo López Baggio, Marisa Ivaldi, Mónica Brown, Cristian Ponce, Guillermo San Martin, Carlos Selva, Karina La Regina, Federico Belzunces, Javier Etchart, «Pancho» Torres, Walter Anido y Marcelo Melo, realizaron el siguiente documento POR LOS 40 años de la recuperación de la Democracia.
10 de Diciembre 1983 – 10 de Diciembre 2023 – 40 años de Democracia
Hoy, Argentina cumple 40 años de vida en Democracia ininterrumpida. Durante este periodo quienes habitamos en el país, hemos podido llevar adelante nuestras vidas en un contexto de pluralismo y convivencia.
También hoy, coincidentemente, se cumplen 75 años de uno de los compromisos más trascendentales en la historia de la humanidad: “La Declaración Universal de los Derechos Humanos” promulgada por las Naciones Unidas, documento histórico que consagra los derechos inalienables que toda persona tiene por el sólo hecho de ser humano.
Esta coincidencia nos invita a recordar los acontecimientos que vivimos en estos intensos 40 años, apreciar sus valores y logros, pero también a reconocer los errores, y al reflexionar, aprender de lo vivido aceptando las limitaciones, entendiendo cuanto más queda por hacer y afianzar el concepto y la práctica de la vida en democracia.
En Diciembre de 1983 vivíamos en una sociedad atravesada por siete largos años, todos ellos marcados por una cruel dictadura que había arrasado con todos los derechos de nuestro pueblo, desconociendo la validez de nuestra Constitución. Prohibió todo tipo de actividad política, social, gremial, cultural y cualquier otro tipo de asociación que supusiera un diálogo abierto sobre los asuntos públicos. Esa misma dictadura se encargó de perseguir toda diferencia de pensamiento, expulsando y encarcelando a toda aquella persona que se no dignara a aceptar sus órdenes. Incluso, en su expresión más inhumana, aplicó el Terrorismo de Estado violando en forma sistemática y organizada los más elementales derechos humanos, con su terrible secuela de secuestros ilegales, cárceles clandestinas, torturas, muertes, desapariciones forzadas de personas y hasta de apropiación de bebés. Un periodo que con razón ha sido calificado como “la más negra noche de la historia de nuestro país”.
La política económica de la dictadura causó serios estragos en la estructura social, lo que provocó un creciente deterioro en la vida de los argentinos, y una pérdida de legitimidad del propio régimen militar. La derrota de Malvinas en 1982, fue el último intento de tomar una causa nacional irrenunciable para el pueblo argentino, con el solo fin de perpetuarse en el poder; las dolorosas consecuencias llevó a los responsables de la dictadura a buscar cómo retirarse del poder abandonando el espacio público ocupado nuevamente por las organizaciones democráticas y otros actores de la sociedad que queríamos cambiar esa angustiosa realidad.
Así, se fue dando la recuperación de libertades y derechos con una fuerte participación. Se trató de un despertar popular, una autentica primavera democrática que produjo la aparición de fuerzas políticas muy importantes y plurales. La culminación de esta etapa estuvo dada por las elecciones generales del 30 de Octubre de 1983 y la posterior asunción de cargos ejecutivos y legislativos en todas las jurisdicciones a partir del 10 de Diciembre de ese mismo año.
A partir de ese día han transcurrido 40 años de vida en democracia en la que hemos aprendido a convivir, atravesando diferentes momentos, pero manteniendo un pacto democrático básico simbolizado en la frase: NUNCA MAS, que sintetizó una decisión profunda de creer en la democracia como sistema de vida, de respeto al Estado de Derecho y compromiso irrestricto con los derechos humanos. Y de nunca más a los atajos y tentaciones autoritarias aceptando dictadores e iluminados como gobernantes.
En este sentido se puede destacar el Juicio a las juntas militares que habían gobernado y que con todas las garantías constitucionales y en el marco de la ley, enjuició y condenó a los máximos responsables del Terrorismo de Estado y las violaciones a los derechos humanos.
Existieron varios momentos críticos: los levantamientos de sectores militares en la década del 80 y principios del 90 que encontraron un límite en la unión de la sociedad y sus dirigencias. Y también, crisis económicas profundas con su correlato social de dolor y sufrimiento en los sectores más desprotegidos. Unas y otras encontraron un cauce democrático para resolver y hallar un camino de salida y resolución.
Otro logro en el campo institucional ha sido la Reforma Constitucional de 1994 que, con un alto nivel de consenso y acuerdos ha producido una Constitución de avanzada, plena de garantías que, entre otras normas, le dio una categoría supra legal a las convenciones internacionales de derechos humanos e incorporó los derechos ambientales, los de los usuarios y consumidores con rango constitucional.
Es indudable que en el balance de estos 40 años, hubieron fallas y problemas que aún no se han resuelto como las recurrentes crisis económicas y las dificultades para generar crecimiento y desarrollo sustentable. Situaciones como las condiciones de pobreza estructural, de exclusión social y de marginalidad provocan sufrimiento en nuestro pueblo.
Pero esto no solo es un problema moral, sino un problema social, pues a menudo esas personas quedan marginadas de la dignidad y expuestas a la marginalidad y sus desgraciadas consecuencias. Es necesario mencionar el paulatino crecimiento del narcotráfico que en algunas zonas del país ha sido alarmante.
Estas falencias acarrean cuestionamientos responsabilizando a las dirigencias, en especial, a la política. De ese modo, cae la valoración de la democracia como sistema de vida y la política como herramienta de esa práctica. Si bien es un problema común a otras sociedades, es necesario reflexionar sobre ello y tratar de detectar las fallas para encontrar el camino de resolución.
La democracia en su práctica, como toda creación humana, no es perfecta, sino falible. Pero sabemos que es la mejor posible, la menos imperfecta. Es el sistema político donde la soberanía reside en el pueblo, no en una persona, en un iluminado, ni en un grupo por más poder que tenga. La política como práctica de la democracia constituye una de las manifestaciones más elevadas del hacer humano, toda vez que significa su aplicación al bien común
Es la construcción de una convivencia libre entre las personas que establecen un conjunto de de normas que permite vivir en sociedad y, por tanto, posibilitar que todos estén integrados, debe y tiene que ensanchar los espacios de libertad y de relación humana. Es una construcción permanente, no puede ser pensada como algo terminada, estática. Es de continuo movimiento, dinámica y cambiante. Y cuanto más participativa y más plural, tanto mejor será.
Estos conceptos llevados al plano de nuestra ciudad implica ver a Mercedes como una ciudad plural, una ciudad de encrucijadas, de conflictos y armonías. En donde participan antiguos y nuevos habitantes, nativos o no. Una ciudad plural puede ser pulmón para la convivencia en una extensión superior a la propia. Que aporta algo más que recursos y saberes, infunde energía creadora, producto de la combustión entre inteligencia e imaginación. Por tales motivo,s una ciudad plural es laboratorio de futuros.
La democracia tiene por fin principal asegurar la igualdad no sólo de derechos, sino de posibilidades de concretarlos.
De todos y cada uno de nosotros depende que valoremos y enriquezcamos la vida en democracia y hagamos un país y una ciudad mejor… Es nuestra responsabilidad.
COMISION POR EL 40 ANIVERSARIO DE LA DEMOCRACIA