Desde hace décadas, cada 20 de abril (4/20 en la nomenclatura anglosajona) se celebra el Día Mundial de la Marihuana. Por lo tanto, el número “420” se volvió un código reconocido a nivel mundial para referirse a ella.
El origen del “420” es incierto y supone varias teorías. La explicación más aceptada proviene de la historia de un grupo de adolescentes de California, quienes se autodenominaron “Los Waldos”. Según se dice, en 1971, se reunían a las 4:20 PM para fumar marihuana en la estatua de Louis Pasteur. Habían elegido esa hora porque las clases terminaban 3:20 y las actividades extracurriculares o los castigos terminaban a las 4:20.
La marihuana es una sustancia psicotrópica que se obtiene de la mezcla de hojas y flores secas de la planta de cáñamo índico (cannabis sativa), junto con sustancias aromáticas y azucaradas. Produce efectos y sensaciones euforizantes y alucinógenas. Posee una sustancia psicoactiva denominada delta-9-tetrahidrocannabinol (THC). Esta sustancia se encuentra en la resina producida por las hojas y los brotes de la planta hembra de cannabis. Contiene más de 500 sustancias químicas, incluyendo más de 100 compuestos que están relacionados químicamente con el THC, conocidas como cannabinoides.
Entre las maneras más habituales de consumir la marihuana se destacan los cigarrillos o porros, pipas de agua (bongs), mezclada con tabaco (blunt), como infusión o té o en mezclas gastronómicas como brownies.
El uso recreativo, continuo e ilegal de la marihuana puede producir alteración de la conciencia y deterioro de la percepción, generando episodios de ansiedad y pánico.
Al consumir marihuana las sustancias químicas liberadas de esta droga pasan de los pulmones al torrente sanguíneo, los cuales son rápidamente transportados a través del cuerpo, hasta el cerebro. Algunos de los efectos causados en el organismo, de forma casi inmediata, son los siguientes:
– Incremento de la percepción sensorial, como por ejemplo ver los colores más brillantes.
– Alteración de la percepción del tiempo.
– Aumento del apetito.
El consumo de grandes dosis de marihuana genera los siguientes efectos:
– Ansiedad, miedo, desconfianza y pánico.
– Psicosis aguda, con alucinaciones, delirio y pérdida del sentido de identidad personal.
– Trastornos psicóticos más duraderos, como la esquizofrenia.
Los efectos demoran aproximadamente de treinta minutos a una hora al consumir la marihuana con alimentos y bebidas, debido a que la droga pasa primero por el sistema digestivo.
Por otra parte, al ingerir marihuana, la cantidad de sustancias psicoactivas (THC) que ingresa al torrente sanguíneo es muy inferior que al fumar una cantidad equivalente de la planta. Esta sustancia puede permanecer en el organismo durante días o semanas, dependiendo de la cantidad consumida.
Uso del cannabis como droga medicinal
El cannabis medicinal es utilizado terapéuticamente para tratar algunas enfermedades y aliviar determinados síntomas. Está referido al uso de las preparaciones o principios activos de la planta Cannabis Sativa, denominados cannabinoides (tetrahidrocannabiol o THC y el cannabidiolo CBD).
Entre los principales beneficios del cannabis medicinal, se destacan los siguientes:
– Reduce la inapetencia, náuseas y vómitos producidos por la quimioterapia aplicada a pacientes con cáncer.
– Para tratar el dolor y la espasticidad muscular en personas con VIH/SIDA.
– Reduce en un 85 % la frecuencia de migrañas.
– Puede contribuir a aumentar la eficacia de los fármacos contra el cáncer.
La Organización Mundial de la Salud ha estipulado que el uso del Cannabidiol (CBD) como marihuana medicinal funciona como paliativo para enfermedades crónicas y para pacientes con epilepsia, ya que reduce el dolor y la inflamación. Además no genera adicciones en los pacientes que la consumen en las cantidades indicadas.
Fuentes: Revistacambio.com.mx / Diainternacionalde.com