Cada 2 de agosto desde el año 1948, se celebra el Día del Trabajador Gastronómico. En aquella fecha se constituyó la Federación Obrera Argentina de la Industria Hotelera (FOAIH), lo que significó que se agruparon todos los gremios de las ramas hoteleras y gastronómicas constituídas en todo el territorio nacional a lo largo de más de 40 años.
Hacia el año 1904 los trabajadores hoteleros y gastronómicos comenzaron a sindicalizarse en distintas zonas del país por rama de actividad, dando lugar a sindicatos de cocineros, mozos, mucamas, barmans y afines.
Con fecha 2 de agosto de 1948 se constituye la Federación Obrera Argentina de la Industria Hotelera (FOAIH) la que tramita y obtiene de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social de la Nación. Esta nueva federación agrupó a todos los gremios de las ramas hotelera y gastronómica que se habían constituído en todo el territorio nacional a lo largo de más de 40 años.
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El 18 de febrero de 2004, se procede a la reforma del estatuto pasando a denominarse Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina, tal como hoy se la conoce.
Aprovechemos esta fecha para hablar de las propinas: la palabra «propina» proviene del latín propinare que quiere decir «dar de beber». Inicialmente, la propina era regalarle a alguien un trago como agradecimiento. Existen muchas teorías sobre el origen de la práctica de dejar propina a cambio de un favor o un servicio, pero lo cierto es que no se sabe realmente cómo empezó. Algunos dicen que fue en Francia, otros en Inglaterra.
En América Latina, al parecer, nadie se pone de acuerdo no sólo con el origen de la propina, sino también si darla o no. En Argentina, por ejemplo, el Senado viene debatiendo reglamentar las propinas y establecer que cada empleado reciba el 10% del total.
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Sin embargo, no en todas partes la propina es vista con buenos ojos. Entre las excepciones que destacan se cuenta a Japón, donde es considerada un insulto, aunque en todas las cuentas se agrega un 10% por cargo de servicio. Algo similar ocurre en Cuba, pues Fidel Castro le otorgó el mismo concepto tras el triunfo de la revolución. Sin embargo, quienes han viajado a la isla aseguran que es una práctica común entregarla.
Las opiniones entre los consumidores están hoy divididas. Muchos creen que la propina es algo prácticamente obligatorio para apoyar a la economía del trabajador, mientras que para otros el hecho de dar propina sólo propicia que los salarios se mantengan a niveles denigrantes.
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Fuente: noticiasiruya.com / tispain.com