El 30 de octubre de 1983 quedó grabado como una fecha fundacional para la Argentina contemporánea. Aquel día, el país puso fin a siete años de la más sangrienta dictadura militar al elegir en las urnas a Raúl Alfonsín como su presidente, marcando el retorno definitivo del Estado de Derecho.
La victoria de Alfonsín, candidato de la Unión Cívica Radical (UCR) junto a Víctor Martínez, fue histórica. La fórmula se impuso al peronismo (liderado por Ítalo Luder y Deolindo Felipe Bittel) al obtener casi el 52% de los votos.
En tanto, en Mercedes, el dirigente radical Juan Manuel Torres, fue uno de los que encabezó la corriente alfonsinista en aquella época.
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La Promesa de una Nueva Etapa
Tras conocerse los resultados, la multitud aclamó al presidente electo. Desde el balcón, Alfonsín, luego de su famoso pedido de auxilio médico, brindó un discurso memorable:
“Es necesario, absolutamente necesario que todos comprendamos que este día en el que inauguramos una etapa nueva en la Argentina, inauguramos un largo período de paz y de prosperidad y de respeto por la dignidad del hombre y de los argentinos. (…) Hemos ganado, pero no hemos derrotado a nadie, porque todos hemos recuperado nuestros derechos.”
Este evento se convirtió oficialmente en el Día de la Restauración de la Democracia, la jornada en que los argentinos y argentinas recuperaron el derecho fundamental a votar y elegir a sus propias autoridades, tal como lo establece la Constitución Nacional.
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El Fin de la Dictadura y el Juicio Histórico
El 30 de octubre puso fin a la última dictadura militar (iniciada el 24 de marzo de 1976), un periodo de terrorismo de Estado que dejó un saldo de 30 mil desaparecidos.
Apenas tres días después de asumir el 10 de diciembre, el gobierno de Alfonsín dio uno de los pasos más trascendentales: decretó el juicio a los miembros de las tres juntas militares que usurparon el poder. Como señaló Ricardo Alfonsín (hijo del expresidente), la elección significó que «ya no habría ni habrá más interruptores» en el gobierno.
El triunfo de Alfonsín fue visto como una clara interpretación de las demandas sociales de verdad y justicia. El historiador Felipe Pigna destacó la masiva participación popular: «Ese 30 de octubre el pueblo volvió a las urnas. (…) Triunfó Alfonsín y fue la primera vez que el peronismo perdió una elección nacional. Pero más allá de los resultados, el pueblo salió a festejar a las calles de todo el país.»
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El Renacer de la Cultura
El retorno democrático desató una explosión en el campo cultural. Artistas e intelectuales regresaron del exilio (como Mercedes Sosa), el teatro abrió nuevos espacios de vanguardia (el Café Einstein, el Centro Parakultural) y el cine se enfocó en el pasado reciente.
Películas como Camila y, sobre todo, La historia oficial (ganadora del Óscar a Mejor Película Extranjera en 1985), contextualizaron y denunciaron el terrorismo de Estado.
Tras siete años de censura y persecución, la Argentina había comenzado a vivir la democracia que, desde aquel día, no abandonaría nunca más.
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Escuchá la entrevista realizada en la mañana de hoy en FM La Tribuna:










