En la madrugada de hoy, pasadas las 6 de la mañana, se produjo un accidente en la intersección de calles 26 y 11, en la que un joven de 22 años, Nicolás Aranda, debió ser intervenido quirúrgicamente. Al parecer, quién atropelló a la moto, se dio a la fuga.
Familiares del joven se acercaron rápidamente al lugar, y se encontraron con su hijo tirado en el asfalto y con la sensación de que se había caído solo. En diálogo con DatoPosta, su papá, Fabián Aranda -policía retirado- comenzó a ver las huellas del arrastre de la moto en el asfalto y se dio cuenta que no había sido una caída, sino, un choque. «fuimos con el policía que estaba en el lugar, y rápidamente encontramos la patente. La moto estaba tirada, pero en el asfalto había rayones del roce del metal. Al rato, encontramos un pedazo de cubre óptica que decía Fiat Palio, y más adelante, la patente del auto. Perdió la patente. Con eso, ya sé de quién es la titularidad del auto, ya sé quién lo tiene, su domicilio, todo. Pero no voy a hacer nada, está trabajando la Comisaría Segunda».
Más adelante, el papá del accidentado, contó que su hijo fue operado, «por suerte la puede contar», y que deberán aguardar por las prótesis. Tiene fractura de tibia, peroné y de uno de los huesos del empeine, que debieron operarlo para limpiarlo. Necesitan volver a operarlo y colocarle prótesis.
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«Mi hijo hace trabajos de mensajería, y al terminar los viernes y sábado, se juntan en la casa de un amigo. Volviendo, venía por calle 26 y al cruzar la 11, mi hijo me dijo que vio que se le aparecieron unas luces que le pasaron por encima. Le pregunté por el color, y no supo decírmelo. Y la moto -una Guerrero 110 cc-tiene el impacto bien en el medio, la rompió toda,» finalizó.
Nicolás Aranda se encuentra internado en el Hospital Dubarry, a la espera de su prótesis, para ser intervenido nuevamente, pero su estado de salud, no corre peligro.
