Ambos vivían en Campana y mantenían una relación. La familia de la mujer pide que aparezca otro hombre que viajaba con ellos, devuelva el celular de la víctima y explique qué pasó para que todo terminara en una tragedia.
Como se recordará, el hombre y la mujer fallieron atropellados por un camión. Mauricio Méndez, de unos 40 años, y Patricia Villa, de 39 años, fueron las victimas que murieron arrolladas el lunes por un camión en el kilómetro 163 de la Autovía 6. Ambos vivían en barrio Las Padreras de Campana, habían sido pareja hace 4 años y actualmente mantenían una relación, publicó El Civismo sobre un siniestro vial se llena de misterio a medida que se conocen más datos.
Villa era madre, abuela, también tenía una rotisería en su casa y el viernes cumpliría años. Méndez estaba casado, tenía hijos y una parrilla en la Ruta Nacional 9 ramal Escobar, altura kilómetro 69, donde se habían conocido trabajando. Juntos solían salir a bailar a Escobar o a esta ciudad.
El domingo, Patricia trabajó en su negocio hasta la medianoche cuando entregó el último pedido a un cliente. No tenía ganas de salir, pero Mauricio insistió tanto que terminó por convencerla. La última noche la habrían pasado en un pool, según pudo averiguar María, hermana de Patricia.
Con ellos vino Pablo Ezequiel Escobar, de 28 años y empleado de la parrilla propiedad de Méndez, quien desde el lunes a la tarde desapareció de los lugares que solía frecuentar.
Ahora, la familia de Villa quiere que aparezca y entregue el celular de la mujer porque presumen que podría contener datos que ayudarían a esclarecer qué fue lo que pasó para que todo termine en una tragedia.
Al parecer, Escobar le habría dicho a la Policía que no conocía a Méndez (su patrón) ni a Villa. Tras ser interrogado en la vivienda que su empleador le alquilaba en Campana, se retiró del lugar y no volvió a aparecer.
“Lo estamos buscado porque se llevó el celular de mi hermana. Las últimas ubicaciones dan al celular en la casa que le alquilaban y después en una parada de colectivos. Pedimos por favor que nos ayuden porque queremos saber qué pasó y qué le hicieron”, suplicó.
El Fiat Uno en el que movilizaban era propiedad de Villa. Algo pasó en ese auto para detenerse al costado de la Autovía 6 cuando aún era de noche. Del auto descendieron al menos Méndez y Villa, quienes aproximadamente 1 kilómetro más adelante cruzaron la carretera en una posición extraña: ella gateando con él encima.
Segundos después de ser arrollados, apareció zigzagueando en la escena del hecho el Fiat Uno de color negro. Al volante, se encontraba Escobar. Según el acompañante del chofer del camión, estaba completamente borracho y dijo que las personas muertas eran su jefe y la amante, y que venían de bailar.
Luego, dejó abandonado el auto porque se quebró la llave de arranque y regresó a Campana. A las 8 de la mañana lo vieron entrar a la vivienda que le alquilaba su patrón, durmió hasta las 5 de la tarde y “hasta el día de hoy no tenemos ninguna noticia de él”, dijo María en contacto con EL CIVISMO de Luján.
“Necesitamos otros testigos porque no creemos que mi hermana haya gateado por la ruta, sino que algo le estaban haciendo. No tenía motivos para tirarse en la ruta, no creemos en esa versión», agregó.
A la 13 de este miércoles, fue sepultada Patricia Villa, tras ser velada a cajón cerrado. Después de la ceremonia fúnebre, la familia tenía previsto viajar hasta la Comisaría Luján Tercera de Open Door en busca de información y explicaciones ante lo sucedido.
“No sabemos si estaba escapando porque le estaban haciendo algo. El novio de mi hermana y el otro tipo supuestamente se drogaban. Por eso, no sabemos qué le pasó. Mi hermana era una trabajadora, una luchadora. Era una mujer alegre, divertida, compañera…”, recordó María.
Testimonio
Momentos antes que un camión arrollara a dos personas, el conductor de una camioneta pasó por el lugar y con la cámara que lleva en su vehículo captó al Fiat Uno donde viajaban las víctimas detenido a un costado de la carretera.
En medio del enigma que rodea la trágica muerte de dos personas acontecidas en la Autovía 6, un testimonio emerge aportando un posible indicio sobre los eventos que llevaron a la lamentable pérdida de vidas en la oscuridad de la madrugada del lunes.
Gabriel Luque, quien transitaba por la ruta en ese momento, compartió un relato desconcertante que podría tener una conexión con el fatal suceso.
En sus propias palabras, Luque describió su experiencia mientras conducía por la carretera desde General Rodríguez en dirección a Campana. Eran las 6.30 y la noche aún envolvía la Autovía 6. A medida que avanzaba, pocos kilómetros después de pasar el puente del río Luján, se percató de un auto estacionado en la banquina, con las luces apagadas.
Sin embargo, lo que captó su atención de manera fugaz fue la visión de dos individuos que parecían estar agrediendo a una tercera persona que yacía en el suelo.
A pesar de la velocidad a la que se desplazaba, alrededor de 100 km/h, y las condiciones nocturnas que dificultaban la percepción precisa, Luque experimentó dudas y una sensación de desconcierto al intentar comprender la situación que presenciaba.
«Con las luces de mi camioneta pude ver fugazmente a un par de personas que parecían estar pateando a una tercera que estaba en el piso… pero a 100 kms/h y de noche tuve mis dudas, pensé que podrían estar dejando basura o cargando alguna bolsa», contó.
El momento quedó registrado por la cámara de su camioneta, aunque las imágenes capturadas no ofrecen la nitidez deseada para un análisis más detallado.
No obstante, la casualidad y la coincidencia no pueden ser pasadas por alto. El testimonio de Luque adquiere relevancia al considerar el trágico desenlace que ocurrió en la Autovía 6 tan solo momentos después.
Mientras tanto, el testimonio de Gabriel Luque arroja luz sobre un posible momento clave en la antesala de la tragedia, un momento que podría haber pasado desapercibido si no fuera por su decisión de compartir su experiencia para ayudar a develar lo ocurrido.
