Una historia de compromiso y amor al prójimo llenará de orgullo a toda la ciudad de Mercedes. Ocho jóvenes mercedinos, alumnos de 5° año, demostraron que la solidaridad auténtica no entiende de barreras, logrando cumplir el anhelo de un grupo de egresados de una escuela humilde en Tucumán: tener un traje para su fiesta de graduación.
La iniciativa surgió del deseo de este grupo de amigos —Mariano, Jerónimo, Juan Pedro, Santino, Felipe, Bauti, Martiniano y Coco— de apadrinar a otros alumnos con grandes necesidades. Al saber que sus pares tucumanos consideraban inalcanzable usar un traje en su noche de egreso, los chicos de Mercedes se propusieron transformar ese sueño en realidad.
Un Compromiso Más Fuerte que el «No»
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A pesar de que el proyecto inicial de ayuda no fue acompañado por las autoridades escolares de su propia escuela -privada- a comienzos de 2025, la firmeza de estos jóvenes no se quebró. Demostrando que la verdadera vocación de servicio nace del corazón, decidieron seguir adelante por su cuenta, financiando la promesa con recursos propios.
«La rebeldía de la edad, sumada a su educación, quedó demostrada al romper las reglas del ‘no se puede’ o ‘no se quiere'», se lee en su sentir.
«Donamos trajes, camisas y zapatos, pero lo más importante, fue compartir un pedacito de nuestro corazón con quienes también están por cumplir un sueño,» expresó Felipe, uno de los integrantes del grupo, conmovido por la causa.
Un Gesto que Viajó Cientos de Kilómetros
Los jóvenes mercedinos reunieron dinero para comprar los trajes. Además, enviaron camisas que eran suyas, usadas pocas veces, para que los egresados de Tucumán tuvieran algo propio y simbólico de sus benefactores. El envío se completó con zapatos, medias y moños, asegurando que los alumnos de la escuela Los Sosa tuvieran un kit completo para su gran noche.
Todo el material ya está en Tucumán. El sueño fue logrado, acá y allá.
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La Gran Lección para Mercedes
El compromiso de estos alumnos va más allá de la ropa; incluye el apoyo con materiales para techar dos aulas de la escuela. Pese a todas las dificultades, su mensaje es claro: «Nos comprometimos a apoyar a estos chicos y lo vamos a cumplir. Creemos que este es el gesto de amor al prójimo que necesitamos en estos tiempos. El amor es más fuerte que cualquier obstáculo».
En tiempos donde la empatía a menudo escasea, estos ocho jóvenes mercedinos nos recuerdan que la educación más valiosa es la que enseña a ponerse en el lugar del otro. Con jóvenes así, que buscan formas de ayudar a pesar de las barreras, el futuro de nuestra comunidad y del país se vislumbra, sin dudas, promisorio.
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