Desde la agrupación Eslabón Perdido enviaron un comunicado a la redacción de un medio periodístico de Necochea, mediante el cual parte de los integrantes del grupo desmienten los dichos de su coordinador, el señor Abel Basti, quien informó que el pecio hallado entre las costas de Arenas Verdes y Costa Bonita pertenecerían a un submarino nazi, y dio a entender una posible conspiración. Hay un mercedino entre los investigadores.

Historia
Según pudimos saber, Nicolás Lanzat, un médico de Tandil, interesado en la Segunda Guerra Mundial, convocó a buzos con experiencia en naufragios, para buscar en Quequén un U-boat hundido en la costa argentina. Los datos fueron dados por la posición GPS tomada por un pescador local donde se enganchaban sus líneas.
El grupo de buzos, entre los que se encuentra Javier Moleres, bucearon y encontraron un pecio no registrado en las cartas. Se salió a decir -sin pruebas contundentes- que era un U-boat. Ahora, Basti armó una exploración con ROV y scanner.
Al parecer, no se puede confirmar que sea un submarino nazi, pero si, es una nave antigua, misterioso, dinamitado y sin posicionamiento. Sería de mucho interés que Javier Moleres pudiera hablar para así, conocer de primera mano la verdadera historia del hallazgo y de lo que finalmente hay en el fondo del mar.
Publicación
Vicente Enrique Silva, un vecino jubilado que vive en Villa Zabala, asegura ser el verdadero descubridor del pecio hallado entre costa Bonita y Arenas Verdes. Relató que, en 2010, mientras navegaba de zona de pesca a Puerto Quequén, “encontré una marca en el ecosonda de la embarcación de algo que no debía estar ahí”.
Años más tarde, en 2016, fue contactado por un periodista Dinamarqués, Rune Andersen, que venía a Necochea para un documental de History Channel. “Fuimos al lugar a constatar qué era lo que estaba ahí, sin conseguir resultados positivos” explicó Silva, aclarando que, si bien se supo que era un naufragio, Prefectura Naval de Quequén no les permitió bucear.
En el año 2021, un amigo lo contacta con Abel Basti, quien encabeza hoy el grupo Eslabón Perdido uno de los que asegura que el naufragio es un submarino alemán. “Basti me pidió información sobre el pecio y ahí conocí dos buzos con quienes nos hicimos muy amigos, Mariano Franceschi y Nicolás Lanzat” recordó el motorista jubilado y siguió: “después de contarle a Basti de mi investigación, pidió que le diera la posición del lugar para blanquear ante Prefectura Naval y poder hacer una expedición y bucear”.
A partir de ese momento, Silva asegura que Basti se adueñó del hallazgo y la investigación. Además, considera que no puede afirmarse que se trate de los restos de un submarino nazi: “nadie lo vio como para asegurar que es un tipo IX C. Hay mucho sedimento en suspensión que no permite verlo entero, por lo tanto, hacen falta más pruebas para saber qué es. Una investigación seria y buceos responsables”.
“Intentamos mediante este comunicado terminar con cualquier teoría conspirativa y sin base concreta que así lo demuestre a cerca de la identificación del naufragio” sostienen al tiempo que lamentan profundamente “que nuestro hallazgo se vea opacado y sesgado en su franca tarea de investigación, por los intereses personales, que no son los que el grupo en si persigue”.
“Desmentimos en absoluto que el naufragio encontrado presente pruebas concluyentes sobre su identificación y continuamos trabajando con especialistas idóneos en el tema para lograr identificar nuestro pecio” sentenciaron en el comunicado firmado por Vicente Enrique Silva; Nicolás Federico Lanzat; Javier D. Moleres; De Franceschi Mariano; Carlos Hernan Urban; Daniel Varela y Mateo De Franceschi.
Mercedino
El mercedino Javier Moleres es un experimentado buzo que ha participado de diversas búsquedas en muchas latitudes diferentes. Al parecer, y buscando información sobre el submarino, nos encontramos con esta polémica desatada a partir de un hallazgo en el que participó el vecino de Mercedes.
Al intentar comunicarnos con él, reconoció las publicaciones y de lo que le estábamos hablando, pero aseguró que no puede dar declaraciones ni hablar al respecto porque existe un pacto de confidencialidad, que al parecer ha sido roto.

«Eslabón Perdido» es un proyecto propiciado por el de museo Lobería con la adhesión de la Asociación de Amigos del Museo y Archivo Histórico de Necochea que solicitó al Concejo Deliberante la declaración de Interés municipal. La misma surgió a partir del hallazgo de dos antiguas palas de timón muy antiguas en la playa de Arenas Verdes y Costa Bonita, compuestas de materiales atípicos que despertaron la curiosidad de los expertos en la materia, que no solo se interesaron en los objetos encontrados sino en la necesidad de realizar una búsqueda subacuática.
Cabe destacar que las piezas encontradas no resultaron compatibles con ninguno de los naufragios conocidos en ese sector costero. Por consiguiente, muestras de los timones fueron analizadas en laboratorios del Centro Atómico Bariloche y el resultado indicó que no se trata de acero naval común, sino de una aleación de base hierro, con componentes menores como aluminio y cromo, entre otros, y partes de acero inoxidable, como el pivote, o tapones Kaupmann, de origen alemán, el diseño de los timones constituye una rareza y no se pudo encontrar antecedentes similares ni en barcos modernos, ni en antiguos. Hecho que suscitó que la investigación se torne aún más interesante y se plantee la idea de trabajar el asunto en profundidad.
U-boat
U-Boot (en inglés y en otros idiomas U-boat), abreviatura del alemán Unterseeboot, «nave submarina», en plural U-Boote, es la denominación dada a los sumergibles y submarinos alemanes desde la Primera Guerra Mundial. El principal escenario donde actuaron fue el océano Atlántico y el mar del Norte y rara vez el océano Índico u océano Pacífico.