A dos semanas del fuerte temporal que golpeó el noreste bonaerense, una de las arterias viales más importantes del país, la Ruta Nacional Nº 9, continúa cortada a la altura de San Pedro. El colapso total de una alcantarilla debido a las intensas lluvias no solo generó un escenario vial sin precedentes, sino un creciente malestar que afecta directamente a productores, transportistas, vecinos y distintas entidades.
La Sociedad Rural de San Pedro fue lapidaria en su denuncia: un comunicado oficial acusa a las autoridades de una «respuesta lenta, descoordinada y desprolija» frente a una situación que, advierten, podría escalar en gravedad sin una intervención rápida y seria. «La combinación de desidia, ausencia del Estado y desprecio por la vida y el trabajo de los ciudadanos no es más que una expresión concreta del terrorismo vial y la decadencia estructural que denunciamos», dispararon desde la entidad, según información del diario La Opinión de Pergamino.
La Ruta Provincial Nº 41 se ha erigido como la única alternativa viable, aunque su estado es alarmante. Históricamente deteriorada, vecinos y organizaciones denuncian que no cuenta con las condiciones mínimas de seguridad para soportar el caudal de tránsito que hoy absorbe.
La crisis impacta de lleno en localidades como San Pedro, Baradero, Ramallo, San Nicolás y Zárate, donde la circulación de camiones, autos, transporte público y maquinaria agrícola se ha transformado en una verdadera odisea cotidiana.
El enojo se acentúa por la ausencia de información oficial sobre los plazos de reparación. «La maquinaria es mínima, el personal, escaso, y la señalización lamentable», recalcan desde la Sociedad Rural, cuestionando duramente la capacidad de reacción del Estado en situaciones de emergencia. «Pretender operativos urgentes, coordinados y eficaces, como los que se observan ante catástrofes en otros países, parece ser en la Argentina de hoy mucho más que una utopía: es una ficción», sentenciaron.
