Una pareja estaba cenando en un restaurante.
En la barra, una mujer se bamboleaba patéticamente con una copa en la mano, absolutamente borracha llamando la atención de los comensales.
El hombre, de pronto, no puede ocultar su conmoción, y se le desfigura el rostro. Al verlo así, su esposa le pregunta:
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– ¿Qué te pasa, querido?
– Nada, querida, nada. Es que esa borracha que está ahí en la barra fue mi novia durante muchos años, antes de que nos conociéramos. Esta es la primera vez que vuelvo a verla, pero amigos en común, me contaron que desde que cortamos se le había dado por la bebida y nunca más la vieron sobria…
Y la esposa, mordisqueando un bocado, dice:
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– ¡Dios mío! ¡Quién diría que una persona pueda celebrar durante tanto tiempo!
