En Altamira se desató una situación extraña entre vecinos que se generó a partir de una necesidad de riego en sus calles.
Un grupo de pueblerinos se mostró indignado y piden riego en todas las calles del pueblo, en medio de una temporada seca en todo el Partido de Mercedes.
Lo extraño que se dio fue que los habitantes de Altamira comenzaron a ver que las calles de los bares del pueblo aparecen regadas ya desde hace unos días. A partir de allí, el resto de los vecinos comenzó a impacientarse por querer que rieguen las cuadras en dónde ellos viven. El riego nunca llegó. Y ellos quieren que pase la regadora.
Lo que sucede es que un grupo de vecinos decidieron armar un regador. Lo utilizan para el regado frente a los bares cuando este grupo va al comercio a disfrutar del momento que potencian regando las calles absorbiendo el calor de un duro verano.
Y el resto de los vecinos quiere el regador. Y el municipio no riega la zona rural, y según pudimos saber, nunca lo ha hecho, salvo, eventos especiales. En Mercedes, en estos momentos hay tres regadores, de los cuáles hoy dos funcionan y hay uno en arreglo que es el que está destino a la Avenida Escolta y el Parque Independencia, y mañana retoma su normal funcionamiento. Trabajan desde las 6 a las 10 por la mañana y de 16 a 22 horas. Otra, riega los fines de semana en Tomás Jofré y en la zona urbanizada de Gowland.
En lo que va del mes de enero, hubo 25 reclamos al 147 por la regadora, en la calle 30 bis, calle 19, entre otras. Lo que sucede, aseguran desde el Corralón, que con las temperaturas que hay, las calles secan muy rápidamente. Y es «imposible regar la zona rural,» aseguró el funcionario Luis Ponce.
Mientras tanto, algunos vecinos de Altamira pugnan por la llegada del riego a sus calles.
