Ocurrió en el anexo de polo que tiene Las Praderas. Los animales habían invadido el campo tras escaparse del barrio de viviendas lindante.
Dos mansas yeguas -madre e hija- murieron fulminadas al tocar esta mañana un alambre que estaba electrificado cuando deambulaban por el anexo de canchas de polo que tiene Las Praderas al costado de Ruta Provincial 192, lindante con Haras Argentino y calle de tierra de por medio con el barrio de viviendas habitadas por vecinos afectados por las inundaciones.
Precisamente desde este lugar se escaparon los animales e ingresaron al predio privado por uno los sectores abiertos de manera irregular que son vía de acceso de vecinos que entran para jugar a la pelota, hacer pic nics, caminatas, corren en motos, varean galgos y últimamente lugar elegido para robar cables, tablas de maderas, bombas de agua y hasta los caños de los palenques.
Las yeguas, una llamada “Mora” que estaba preñada y otra alazana sin nombre, cruzaron el predio a lo ancho y al llegar a uno de los palenques rozaron un alambre que, por motivo que no está claro, se encontraba cortado y electrificado.
La potente descarga las mató en cuestión de segundos. Un vecino al ver esta dramática escena corrió para tratar de sacarlas, pero al tocarlas por poco corre la misma suerte. Se salvó porque llevaba calzado de goma.
El alambre electrificado formaba parte de un tendido eléctrico de unos 700 metros que llevaba luz a una casilla instalada al finalizar la tercera cancha ya cerca del río Luján, habitada por una persona que había alquilado el anexo para practicar polo.
La conexión área corre -o corría hasta este sábado- junto a la cerca perimetral que delimita Haras Argentino de las canchas de polo de Las Praderas. Hasta hace unos días había un cable de cobre instalado a unos 5 metros de altura pero fue robado.
Quedaron varias filas de alambres. Uno de ellos se cortó o lo cortaron, cayendo un tramo con electricidad entre los yuyos y cerca de una garita de seguridad que instalaron no hace mucho entre la primera y segunda cancha.
Desde Las Praderas aseguraron que le entregaran al vecino damnificado otros dos caballos al tiempo que la persona que alquilaba el predio decidió abandonar el lugar debido a los continuos robos que vienen ocurriendo.
Sólo por el robo de 700 metros de cables, estimaron, los rateros se hicieron de unos 80 mil pesos. Ayer, cuando fue la Cooperativa Eléctrica a reponer el cableado, le robaron varios metros sujetos que vivirían en cercanías. Todo por obtener cobre que luego revender a 1.200 pesos el kilo en chatarrerías de la zona.
Además de vecinos, que se acercaron para ver lo que había pasado, se hizo presente Defensa Civil del Municipio, Cooperativa Eléctrica, varios móviles de la Policía y personal de una empresa de seguridad privada contratada por el country que suele efectuar rondines.
“No sabemos por qué se cortó el cable aéreo y aparentemente había energía. Al caer, lamentablemente estaba los dos animales”, dijo Antonio Graglia, de Defensa Civil.
“Los caballos se soltaron o los soltaron no sabemos bien”, dijo una vecina. “Casi me mata a mí cuando los quise sacar”, dijo el dueño de las yeguas muertas. “Menos mal que andaba con los (zapatos) de goma, si andaba en zapatillas eran tres los muertos”, agregó una mujer.
“Un buen caballo gordo vale 150 lucas y perdimos dos. Encima, madre e hija. La colorada era la que más valía. Fuimos a hablar con el señor pero nadie dio la cara, nos mandaron a los de seguridad”, contó el sobrino del dueño de los caballos.
Un vecino, que se presentó como “El Polaco”, aseveraba que la conexión no debía estar en ese lugar “porque es un peligro ya que revienta con la tensión”, y otro vecino lamentaba lo sucedido al señalar que “pagaron los platos rotos los pobres caballo”.
Uno de los policías que estaba también en el lugar del suceso dijo que en este predio es habitual la presencia de caballos sueltos. “Cuando preguntas de quienes son, nadie dice nada porque no tienen papeles pero cuando algún caballo le pasa algo enseguida saltan todos diciendo que son suyos”.
Fuente: El Civismo
