De un extremo a otro. Así parecen presentarse las condiciones climáticas. La larga sequía y el récord de calor que afectó a distintas regiones del país está llegando a su fin. La buena noticia, sin embargo, puede empañarse pronto. Distintos pronósticos avisan posibles escenarios de lluvias extremas para los meses de agosto y septiembre, situación que puede hacer retornar el drama de las inundaciones. Bajo esa premisa trabajan hoy las áreas provinciales con incumbencia en estos temas. El Niño llegará para instalarse. «No hay obra que pare una inundación», dijeron desde la provincia de Buenos Aires.
Así lo confirmó a este medio el subsecretario de Recursos Hídricos, Guillermo Jelinski durante la mañana de hoy en DatoPosta Radio, que se emite por la 103.5, FM La Tribuna.
Los pronósticos se basan en los cambios que comienzan a advertirse en el Océano Pacífico. Al prolongado fenómeno de la Niña le seguiría el Niño: “Nosotros la semana pasada definimos avanzar en prepararnos para lo que puede ser un fenómeno de precipitaciones extremas. Estos implica la posibilidad de lluvias muy fuertes entre finales de agosto y principios de septiembre, producto del cambio en la oscilación del Pacífico Sur. Tuvimos tres Niñas seguidas, algo que repercutió en una sequía histórica y modificó el régimen de precipitaciones. Esto afectó no solo a la actividad agropecuaria sino lo que tiene que ver con el agua potable por la baja en las napas. Realmente la sequía ha sido muy grande. Estamos analizando el tema a través de varios organismos nacionales e internacionales, como el Servicio Meteorológico Nacional y la Universidad de Columbia, y vemos cómo se viene modificando el tema de la Niña, que viene terminando y empieza a aparecer justamente el tema del Niño. Esto puede generar precipitaciones más extremas debido, principalmente, al cambio climático”, planteó el funcionario.
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Jelinski informó que desde Provincia se decidió crear una Mesa de Riesgo Hídrico, espacio que suma a representantes de los Ministerios de Seguridad y Agrario. Mercedes ya envió a un representante. En el primer caso porque ante un evento de inundaciones es el área de Defensa Civil la encargada de intervenir. Y en el segundo para garantizar la conectividad de los caminos rurales. La otra pata está compuesta por el conjunto de municipios que integran la Provincia de Buenos Aires, “porque son los que deben hacer su propio plan de riesgo, interactuar con los organismos públicos y avisar del riesgo a la población”. En definitiva, la intención es “ir preparándonos de manera conjunta”.
“La etapa que viene es enviarles el formulario para definir un referente de cada Municipio y que avancen con la limpieza de canales, la reparación de alcantarillas. Es decir, la necesidad de obras mínimas de mantenimiento. Las grandes obras las venimos ejecutando nosotros en los diferentes municipios. Llevamos invertidos más de 64 mil millones en obras hidráulicas y estamos en 70 municipios con más de 90 obras”, expuso y agregó «No hay obra que frene las inundaciones, el «no se inunda más», no existe.
De todas formas, el funcionario dejó una aclaración importante: “Tenemos la sensación de que haciendo una obra hidráulica ya no hay inundaciones, pero eso de ‘no se inunda más’ no existe. Cuando la obra se vea superada por una precipitación mayor a la que teníamos, la obra va a trabajar en parte. Por eso es tan importante la gestión de riesgo por parte de los municipios con sus planes de contingencias para saber cómo tiene que actuar la población. La idea de la Mesa es llevar la percepción de riesgo a toda la comunidad. Venimos limpiando arroyos y cauces y pidiéndoles a los municipios que retiren los residuos. Estamos pidiendo que mantengan limpias las alcantarillas”.
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También en referencia a trabajos como los desarrollados en distintos tramos del río Luján, Jelinski agregó que “las obras van a mitigar mucho cuando estén terminadas respecto al nivel de agua en las ciudades”. Explicó que “estas obras están pensadas exclusivamente para las ciudades, no así para el campo. No se pensó una intervención tan profunda como pasó con el Reconquista en donde se canalizó todo el río, porque está prácticamente todo poblado. La cuenca del río Luján tiene la suerte de contar con un área rural importante que se puede aprovechar como pulmón. De todas formas esto no quiere decir que ante determinadas crecidas no puedan inundarse las ciudades, pero en lugar de 12 veces en cuatro años como ocurrió en el pasado van a ser menos y el tiempo que se mantenga el agua también va a ser menor. Para eso sirven las obras”.
“Lo que hay que tener en claro es que no podemos decir que no se va a inundar más Luján. Decir eso sería una mentira. Luján se puede volver a inundar a pesar de las obras ante lluvias muy grandes. Por eso es tan importante para todas las ciudades que tienen problemas de inundación el plan de contingencia cuando las obras se vean superadas. Las obras mejoran muchísimo el escurrimiento y evitan inundaciones con poca lluvia. Pero el que dijo que con las obras se evitan las inundaciones, dijo una barbaridad. Se tendría que ensanchar el río seis cuadras para eso, pero eso no se puede hacer porque las ciudades crecieron cerca del río. Las obras ayudan, pero no son la solución definitiva. No existe una solución definitiva a un problema de inundación”, amplió.
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Paseo Ribereño
El funcionario provincial también hizo hincapié en como se fueron encaminando los trabajos para la futura licitación del Paseo Ribereño, de casi 900 millones de pesos y con una licitación internacional.
Escuchá la entrevista completa a Guillermo Jelinski:














