Nacido el 7 de febrero de 1.446, Cristobal Colón no era su verdadero nombre. Fue bautizado en Génova como Cristóforo Colombo.
También se lo conoce como Cristóbal Colón en español, Kristoffer Kolumbus en sueco, o Christopher Columbus en inglés, por ejemplo. Sin embargo, su nombre en genovés tampoco ha sido certificado oficialmente como el verdadero ya que los documentos históricos sobre su origen son escasos.
La historia popular sitúa al navegante Cristóbal Colón como el hombre que descubrió América en 1492. Sin embargo, antes de la llegada de este personaje, los indicios sobre asentamientos o el arribo de otros navegantes demuestran que Colón, en definitiva, no fue el descubridor del llamado Nuevo Mundo.
Entonces, ¿quién descubrió América antes de Cristóbal Colón?
Es una verdad comprobada que antes de la llegada de Colón a América, esta parte del mundo ya era habitada desde miles de años antes. Algunos especialistas consideran que la humanidad llegó a América, proveniente de Asia, antes del último período glacial (el período más frío de la Tierra en los últimos 30 mil años).
Algunas versiones indican que cruzaron a través del llamado Estrecho de Bering (un puente natural hoy sumergido que atravesaba desde Rusia hasta Alaska). Hablamos de hace unos 16.000 años en el pasado.
Sin embargo, un hallazgo realizado de manera reciente sugiere que la llegada del hombre a América pudo haber sido mucho tiempo antes. Se trata del descubrimiento de un grupo de huellas que datan de hace 23.000 años, las cuales se mantuvieron conservadas durante milenios en el White Sands National Park.
En la actualidad, esta zona es un desierto de arena blanca y escasa vegetación, pero hace miles de años fue un pantano situado en Nuevo Mexico, Estados Unidos. Se trata del registro más antiguo de presencia humana en el continente.
También se ha hablado acerca de que los vikingos pudieron ser los verdaderos descubridores de América. Un grupo de exploradores nórdicos islandeses, liderados por Leif Erikson, pudo haberse adelantado a Colón unos 500 años, aproximadamente.
Diversos datos y documentos históricos sugieren que este navegante nórdico zarpó con 89 hombres y mujeres en el año 1.000 d.C. y se estableció en el Nuevo Mundo. Durante mucho tiempo se creyó que este grupo de exploradores se había asentado en el actual territorio de Rhode Island, en los Estados Unidos.
Todo cambió cuando en 1960 se descubrió un lugar llamado L’Anse Aux Meadows – un paraje en la punta septentrional de la isla de Terranova, en la actual provincia de Terranova y Labrador en Canadá –, mismo que se consideraba un campamento indígena.
Dos arqueólogos noruegos (Helge y Anne Stine Ingstad), descubrieron que el diseño de unos extraños montículos de L’Anse Aux Meadows era muy parecido a los asentamientos vikingos de Islandia y Groenlandia.
Algunos datos curiosos sobre este navegante genovés:
– Los reyes de España no financiaron el primer viaje: Colón estaba convencido de la posibilidad de llegar a Asia viajando por el oeste. Intentó obtener el capital de diversas fuentes, incluyendo al mismísimo rey de Portugal, pero la mayoría de los mandatarios europeos pensaron que estaba demente y no le prestaron demasiada atención. Formó parte de la corte española por muchos años, intentando convencer a Fernando e Isabel de que financiaran su viaje. Luego de innumerables e infructuosas negociaciones, especialmente con Fray Hernando de Talavera (confesor de la reina Isabel, entre otros cargos eclesiástocos), Colón se había dado por vencido y estaba a punto de viajar a Francia para probar suerte, cuando se le notificó que había conseguido los fondos para hacer la travesía. Sin embargo, estos fondos no provenían directamente de la Corona Española, sino que surgieron de un préstamo que otorgó mosén Luis de Santangel a la reina para que ésta no tuviera que hipotecar sus joyas, ya que las arcas del estado estaban exhaustas debido a la guerra que en aquel entonces se libraba en la península ibérica.
– Era un verdadero tacaño: Colón había prometido una recompensa de oro para el primero que avistase tierra. Un navegante llamado Rodrigo de Triana fue el primero en hacerlo, el 12 de octubre de 1492. Se trató de una pequeña isla situada en las Bahamas, llamada San Salvador. Sin embargo, de Triana nunca consiguió su recompensa, Colón se la quedó para sí, diciéndole a todos que había avistado una luz la noche anterior, y no lo había dicho porque la luz era poco definida.
– La mitad de sus viajes a América acabaron mal: en su famoso viaje de 1492, el buque insignia Santa María, encalló y se hundió, por lo que debió dejar a 39 hombres en un asentamiento denominado La Navidad. Debía retornar a España con el barco cargado de especies y otros bienes valiosos, así como con conocimiento de una nueva ruta comercial. En lugar de ello, retornó con las manos vacías y sin uno de los mejores barcos que se le habían confiado. En su cuarto viaje, su barco se pudrió y pasó un año varado en Jamaica.
– Un gran capitán pero un terrible gobernador: agradecidos por haber descubierto nuevas tierras, los reyes de España lo convirtieron en Gobernador de Santo Domingo. Sin embargo, Colón resultó ser un mal gobernador. Sus hermanos y él gobernaron como reyes, conservando la mayoría de las ganancias para sí y enfrentados con el resto de los pobladores. Llegó a tal punto que la Corona debió enviar a un nuevo gobernador y Colón fue arrestado y enviado de vuelta a España.
– Era un hombre sumamente religioso: Colón era un hombre muy religioso que creía que Dios lo había elegido para los viajes de descubrimiento. Muchos de los nombres que dió a las islas que descubrió fueron de caracter religioso. Ya siendo mayor, optó por vestir un hábito franciscano adonde quiera que iba, asemejándose más a un monje que a un acaudalado almirante. Durante su tercer viaje, cuando vió que el río Orinoco desembocaba en el Océano Atlántico en el norte de América del Sur, estaba seguro de haber descubierto el Valle del Edén.
– Traficaba esclavos: ya que sus viajes eran principalmente de naturaleza económica, se esperaba que Colón encontrase algo valioso. Pero se decepcionó al descubrir que las tierras no estaban colmadas de oro, plata u otros tesoros convencionales. Rápidamente descubrió en los indios un recurso lucrativo. En su primer viaje llevó consigo a su regreso a España a varios de ellos, y aún más en el segundo. Se sintió devastado cuando la Reina Isabel decidió que los nativos del Nuevo Mundo eran sus súbditos y no podían ser esclavizados.
– Nunca creyó haber descubierto un nuevo mundo: Cristóbal Colón estaba en busca de un nuevo pasaje a Asia, y eso fue lo que encontró, o al menos eso pensó. A pesar de la información recabada que indicaba el descubrimiento de nuevas tierras, el explorador continuaba creyendo que Japón, China y la corte del Gran Khan se encontraban muy próximos a las tierras que había descubierto. Incluso propuso una rídicula teoría para explicarlo: que la Tierra tenía forma de pera y que Asia se encontraba en el tallo, por eso no la encontraba.
Fuentes: noticias.universia.es / ngenespanol.com / América y sus enigmas, Torcuato Luca de Tena