Ya 21 años sin el recordado Abel Leopoldo paseando por las calles mercedinas derrochando alegría y optimismo. Siempre.

Abel Leopoldo era conocido por todos por su nombre en diminutivo. Abelito, a secas. Nacido en La Plata en el año 1936, llegó a Mercedes -al Instituto Unzué- a sus siete años.
Falleció el día 3 de septiembre de 2004, aunque hay quiénes tienen alguna duda y creen que su deceso fue el día posterior. Lo importante es su recuerdo. Se fue a los 67 años.
El final de sus días lo encontró viviendo con su salud ya deteriorada en el Hogar Villa Abrille, de calle 25. Pero gran parte de su vida, fue en el viejo Instituto Unzué. Primero como interno, y luego como celador. Instituto en el que solía vérselo caminar por los largos pasillos, siempre aportando su buena onda a cada uno de los niños allí alojados.
Ese buen humor que mostraba en su paso en cada noche de los Corsos mercedinos por avenida 29. Pocas veces se lo debe haber visto sin nada alusivo al club de sus amores: Boca juniors. Si no era su ropa, era su bicicleta. Y muchas de las veces, de la nada, comenzaba a bailar, generando simpatía.
Abelito fue uno de esos personajes mercedinos querido por todos. Autoridades, niños, habitantes o trabajadores del instituto, luego del Hogar, en el propio barrio, en el centro y por cada uno de los lugares por los que andaba.
El Hogar de Abrigo Municipal, lleva su nombre.
