Los trabalenguas han formado parte de la infancia de todos nosotros y, aunque están cayendo en desuso, tienen su propia efeméride. El Día Mundial del Trabalenguas se celebra el segundo domingo de noviembre.
Los trabalenguas son oraciones o textos breves que han sido creados para que su pronunciación sea complicada de articular originando divertidas situaciones en las que parece que la lengua se hace un nudo. Son juegos de palabras que combinan conjuntos de vocablos y sonidos muy similares y difíciles de pronunciar. Así, suponen un reto para toda persona que intenta pronunciarlos. Y a más velocidad al decirlo, mayor es el reto a superar.
Su composición está basada fundamentalmente en la figura retórica de la aliteración que consiste en repetir uno o varios sonidos dentro de una misma palabra o frase. Otra de las fórmulas de creación de trabalenguas es utilizar una palabra difícil de pronunciar y combinar varias palabras de la misma familia. Por ejemplo: » El cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará?. El desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será».
Los principales beneficios de la práctica de la repetición de trabalenguas son:
• Potencian la memoria: aprender un trabalenguas es la mejor manera de poder recitarlo con la máxima soltura posible
• Ayudan a vocalizar mejor: si no se vocaliza bien, es imposible recitar correctamente un trabalenguas
• Aumentan el interés por la lengua y la literatura: es una forma amena de conectar con el lenguaje
• Mejoran el afán de superación
• Mejoran el vocabulario y el dominio del lenguaje
Profesores y logopedas coinciden en que recitar trabalenguas durante la infancia ayuda a mejorar la memoria y la vocalización y además favorece el enriquecimiento y dominio del lenguaje.
Según los profesionales que se encargan de la prevención de las alteraciones de la comunicación, el lenguaje, el habla, la voz, la audición y de las funciones orales asociadas (respiración, masticación y deglución), los trabalenguas para niños son herramientas entretenidas que ayudan en los trastornos del lenguaje o dislalias ya que contribuyen enormemente al trabajo del logopeda. Los trabalenguas permiten practicar fonética sin que los pequeños se aburran rápidamente, dinamizando las sesiones y facilitando así el aprendizaje.
Los trabalenguas forman parte de la cultura popular y ya hay constancia de su existencia en la Grecia antigua, en la que eran utilizados con fines educativos para mejorar la dicción de los estudiantes.
No olvidemos que, en la Grecia clásica, la oratoria era una materia fundamental para la educación integral. Allí los filósofos, oradores y sabios inventaban enigmas, paradojas y juegos de palabras con fines educativos. Además la dicción de trabalenguas se tomaba como evidencia que permitía designar a aquellas personas que podían dedicarse a la oratoria. De hecho, los griegos consideraban que la persona que pronunciaba sin trastabilleos los trabalenguas debía ser admirada por su conocimiento, su buena lectura y dicción.
Junto con las leyendas, cuentos, coplas, adivinanzas, retahílas, etc. forman parte de la literatura popular oral. Por tanto, son textos del acervo cultural que residen en la memoria de los hablantes y son transmitidos de generación en generación.
Fuentes: criarconsentidocomun.com / ayudaenaccion.org / poblanerias.com
Está muy bien todo