Las empresas Molinos Río de La Plata, Stellantis y Ford han dado el puntapié inicial, comunicando a sus clientes aumentos que superan el ritmo inflacionario previo y que parecen ser una clara respuesta a la escalada del 14% del dólar en el último mes.
Esta movida de grandes compañías argentinas podría anticipar una nueva presión sobre los precios, impactando directamente en el bolsillo de los consumidores.
En el sector alimenticio, Molinos Río de La Plata, dueña de marcas como Luchetti y Matarazzo, ya informó incrementos que van del 6 al 9% en productos esenciales como fideos, harinas y aceites. Estos porcentajes duplican y hasta triplican el 1,6% del IPC de junio y el magro 0,5% de alimentos y bebidas, lo que sugiere una traslación casi inmediata de la devaluación del peso.
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El rubro automotriz no se queda atrás. El Grupo Stellantis (Fiat, Peugeot, Jeep), ha aplicado aumentos de hasta el 12% en vehículos cero kilómetro. Ford, por su parte, anunció subas promedio del 3%, aunque con picos de más del 3% en modelos clave como Ranger y Territory. Si bien desde Ford argumentan que sus ajustes acumulados están por debajo de la inflación y el tipo de cambio oficial, la señal es clara: el valor del dólar ya se está reflejando en las listas de precios.
Mientras el resto de las terminales automotrices aún evalúan sus movimientos, las especulaciones en el sector apuntan a posibles incrementos que oscilan entre un 4 y un 9%. La pregunta que queda en el aire es si estas subas son solo el comienzo de una nueva espiral inflacionaria impulsada por el tipo de cambio.
