En el año 1830, llegó a La Guardia de Luján (Mercedes) el renombrado agrimensor Raimundo Prat y Puig, quien midió y amojonó por primera vez los límites del ejido urbano de nuestra ciudad. En aquellos tiempos, en algunos casos, se utilizaban como marca de delimitación cañones fuera de uso, e incluso anclas. Prat colocó varios mojones alrededor de Mercedes, los que sirvieron luego como base para realizar las mensuras de las estancias de la zona. De todos los originales, aún se encuentra en pie este último hito perimetral del partido, condenado al olvido.
Cuando Prat llega a nuestra ciudad, enviado por el Gobierno para levantar, además, el plano y la traza de la llamada Guardia de Luján, se encontró con un pueblo que se había desarrollado de manera aleatoria a lo largo de setenta y ocho años, desde la llegada de La Valerosa en 1752.
El agrimensor se encontró con una Plaza Principal, la actual plaza San Martín, distante a seis cuadras al este de la llamada Plaza Nueva, hoy Plaza San Luis. También se topó con algunas calles diseñadas de manera insólita y con líneas irregulares, cuyo trazado caprichoso es poco menos que inexplicable. Sin embargo, a pesar de estas arbitrariedades, se notaba de manera intrínseca un perfil macro urbano dentro de todo armónico.
Una rareza con la que se encontró Prat al tener que relevar el trazado de la incipiente ciudad fue el caprichoso desvío, que aún puede verse, que hay que hacer al transitar por la calle 25 en su intersección con la calle 36. Según cuenta la historia oral, Prat habría querido corregirlo. Sin embargo se encontró con la férrea negativa de un caudillo de la zona, que «apadrinaba» la pulpería que se encontraba en el lugar, quien por lo visto ganó la contienda. La pulpería que originalmente era un rancho, luego fue reemplazada por una construcción de ladrillos que finalmente fue demolida en 1942. El solar fue por años un terreno baldío hasta que se alzó una nueva edificación, siempre manteniendo el caprichoso trazado de la calle original.
En el plano elaborado por Prat constan mas de doscientas casas, en su mayoría ubicadas a lo largo de lo que son hoy las calles 14 a 32 y 33 a 13.
De hecho, ya sobre la calle 35 rumbo al oeste (es decir hacia el río), lugar desde donde habitualmente se acercaban los malones, se levantaba una única y solitaria casa, mientras que el núcleo habitacional más compacto se levantaba junto al fuerte mismo, en pleno centro de nuestra ciudad actual.
Nota aparte merece el agregado hecho por el mismo Prat que consignaba, acerca de la Plaza Principal: «Fuerte arruinado destinado a oficinas públicas». Por sus ruinosas instalaciones ya habían pasado Gervasio Posadas y otros próceres de Mayo en el año 1811. Asimismo, de acuerdo con un informe del coronel Andrés García, se puede aseverar que entre los años 1810 y 1830 no se había construído en el lugar un nuevo fuerte ni se había reparado el original.
Es destacable que la citada Guardia de Luján terminó abarcando, para 1836, según los datos del registro gráfico, una extensa área con límites imprecisos que llegaban a las Saladas, frontera real con los indios, actualmente formada por los partidos de Mercedes, Suipacha y Chivilcoy, aunque algunas tierras de lo que actualmente es San Andrés de Giles y Alberti pueden incluirse también.
Fuentes: Mojones, Alejandro Tumanoff / La Sangre en las Esquinas, Raúl Ortelli / Los sistemas de acceso a la tierra en Mercedes (Guardia de Luján): pueblo, ejido y campo, 1745-1830, María Fernanda Barcos / Viejo Plano de la Villa de Mercedes, Juan Carlos Doratti
